El Formulario Manual Kodak, de los años 50
- Por Valentín Sama
- 27 may 2016
- 5 Min. de lectura

Primeramente nos tenemos que situar a principio de los años cincuenta. Esta maravillosa complejidad que es ahora Internet, con la capacidad de realizar una búsqueda prácticamente instantánea de información, no solo no existía, sino que parecía inimaginable en una España gris y triste, en la que a la entrada de los cines figuraba, para advertencia de los mortales pecadores, la clasificación eclesiástica de las película en exhibición. Las más tentadoras eran, desde luego, por lo menos las “3R”, que significaba “autorizadas para mayores, con reparos” y luego ya las de pecado mortal que eran las “gravemente peligrosas”.

El Formulario Manual Kodak, de los años 50, mi libro de cabecera hace ya 60 años
Con ese y otros panoramas, no es de extrañar que los chavales que en aquella época andábamos por los 10 años –imposible colarnos como mayores en los cines– buscásemos otras actividades lúdico-recreativas, tales como nadar –si tenías playa– fabricar y tirar petardos, andar por el monte, andar en bicis sin frenos, trastear por las estaciones si te gustaban los trenes… y sí: en algunos casos, iniciarnos en fotografía. En aquella época, la cosa no tenía por qué salir cara, ya que los recursos eran –de todas formas– muy limitados. Para buscar información, poco había: la revista Arte Fotográfico –muy dedicada a la concursística– y algunos librillos de la Editorial Omega, que estaban más bien atrasados técnicamente, si lo que te interesaba era aprender a revelar de verdad. Hablamos de blanco y negro, que la posibilidad de hacer algo de color llegó bastante más tarde en nuestro país para aficionados y profesionales. Y ahí descubrí el Formulario Manual Kodak.

En la primera página del índice de mi primer Formulario Manual Kodak, aparecen los contenidos, y marcados a lápiz, con distinto énfasis…
El índice permite hacerse una idea de la riqueza del contenido de las aproximadamente 177 páginas del manual, y –puesto que se trata de una reproducción del original– podréis deducir fácilmente cuáles eran las primeras, simples y elementales inquietudes de los chavales que nos queríamos iniciar en el revelado y copiado de nuestros propios negativos en blanco y negro hacia 1956.

…para un chaval que descubría la fotografía y no sabía nada de nada
Y en ese momento –en realidad unos años más tarde, más bien a finales de los cincuenta– es cuando descubrías que existía Kodak– nada que ver con lo que es ahora, sino más bien, entonces, una suerte de Alma Mater para fotógrafos. Y Kodak no solo tenía publicaciones totalmente puestas al día, sino un auténtico departamento de publicaciones –sí: también en España, en Madrid– con una persona al frente. Una persona cuyo nombre lamento no recordar, pero que me trataba como a un mayor, no como a un chico y siempre tenía algún detalle conmigo. Y así es como me hice con mi primer “Formulario Manual Kodak”, que todavía conservo.
De hecho, para las ilustraciones que acompaño, los más observadores verán que he empleado dos ejemplares distintos: el original, al que le falta una de las anillas de plástico y un segundo, completo, que compré en una feria hace pocos años con la intención –no cumplida– de “canibalizarlo” por esa anilla, algo que finalmente no cumplí por puro respeto al ítem en si y a su antiguo propietario, del que encontré una nota manuscrita en su interior.

En el ejemplar que compré, décadas después, para sustituir una anilla, encontré una nota manuscrita, de su anterior propietario…
Pero en aquellos años cincuenta: ¡qué riqueza de información contenía ese manual! Sobre todo para alguien como yo que todavía no sabía cómo revelar un rollo de blanco y negro! Además, el Formulario Manual Kodak aunque en realidad estaba elaborado a nivel profesional, era asequible a humildes aficionados como yo mismo, y te permitía ir aprendiendo poco a poco, y todavía hoy, en muchos aspectos, más de medio siglo después, sigue ofreciendo información válida y valiosa.
En la época era además una “obra viva”: una vez que lo adquirías, podías –y debías por tu propio interés– rellenar la tarjeta postal que venía en primera página y remitirla a la sede de Kodak, a la sazón en España, en la calle de Irún, 15 de Madrid, y con ello te suscribías a las actualizaciones, que eran …”gratuitas el primer año, de julio de 1956 a junio de 1957” y te comprometías a, …”en años sucesivos, recibir los suplementos abonando su importe a medida de que se publicasen y fuesen enviados”…
Y por eso, el Formulario Manual Kodak empleaba ese sistema de anillas –amarillas, naturalmente, uno de los colores corporativos de Kodak– que permitía introducir las página actualizadas y eliminar las obsoletas.

Un lujo en cualquier publicación: un desplegable, en este caso relativo al uso de filtros correctores y compensadores para películas en color
Podría entenderse que –fiel a su nombre– el Formulario Manual Kodak fuese solo una suerte de listado de fórmulas de reveladores, fijadores, viradores y baños auxiliares, y en ese sentido no nos defraudará, pero esta publicación era algo más, mucho más. En lo que respecta a baños químicos, nos ofrecía acceso a las fórmulas publicadas –algunas no lo eran– de los reveladores Kodak, pero también formulaciones más exóticas, tales como reveladores al Pirogalol, revelador tropical al Kodalk, revelador universal para películas y papeles, revelador de Dolmi, revelador para la obtención de tonos rojos, rojo-pardos y pardos, rebajador al iodo-cianuro (¡!), viraje Nelson al Oro…unas 40 páginas de tesoros que nos hablan ahora también de “usos y costumbres” de la época en lo referente a fotografía.

Formulario Manual Kodak y sus valiosas tablas de defectos de los negativos, posibles causas y soluciones
Todo ello acompañado de tablas de capacidad / agotamiento de los baños y de consejos para poder diagnosticar los defectos en los negativos y sus posibles causas y soluciones: ¡algo clave para los que queríamos aprender en un mundo sin escuelas de fotografía! Pero, tal como he avanzado más arriba, en el Formulario Manual Kodak hay muchas más cosas que las de laboratorio. Así, en sus páginas encontramos datos sobre las películas Kodak disponibles en la época –con la consecuente triste lista de “especies desaparecidas”– pero también instrucciones sobre conservación –vigentes hoy día–, verificación de exposímetros, filtros de color, y óptica fotográfica.

Mis anotaciones acerca de cálculos de profundidad de campo… y sí: en aquella época sabíamos hacer cálculos matemáticos –incluso raíces cuadradas– sin calculadora, a mano
Esa parte, resultaba también de vital importancia para los aficionados –y profesionales– de la época. La razón no es otra que, en un un mundo sin autoenfoque y en el que muy pocos se podían permitir disponer de cámaras réflex o telemétricas, entender lo que era la profundidad de campo y la profundidad de foco, y cómo calcularlas, formaba parte del saber hacer fotografías. Buena muestra de ello, es la hoja de bloc, insertada entre las páginas de mi primer Formulario Manual Kodak, en la que por uno de los lados aparecen mis sesudos cálculos para ese aspecto y por el otro unas revelaciones un tanto chivatas, de una partida de “barcos” casi a punto de terminar, probablemente a escondidas, en alguna clase que nos interesaba menos que “nuestras cosas” de entonces.

Y la misma hoja por el lado menos serio, en el que se mezclan las fórmulas con una partida “de barcos” tradicional, a mano
Hay un detalle adicional: el Formulario Manual Kodak estaba perfectamente redactado y escrito –nada que ver con las traducciones mecanizadas que vemos hoy en día– y detrás de la elaboración del mismo debió de estar un gran equipo profesional.
Coleccionismo: Formulario Manual Kodak
Encontrar un Formulario Manual Kodak en buen estado no es frecuente pero no imposible. De hecho, parte del “glamour” de uno de ellos puede estar en las anotaciones a mano en las páginas finales y en otros lugares, en hojas añadidas y manchas de revelador. No debería alcanzar un precio exagerado y sólo bastaría comprobar que no falten páginas. Si encontráis uno, compradlo. En la página 29c comprenderéis por qué la película Kodak Tri-X –por ejemplo– pasó de golpe de 200 ASA de sensibilidad a 400 ASA… siendo la misma.

Formulario Manual Kodak: páginas de mis anotaciones personales, que reflejan fracasos de procesado –reticulado– en la Navidad de 1963…
Comments